El Real Madrid vapulea a un Granada que resultó contestatario en el primer tiempo, pero acabó derruido por los arreones blancos. Lección magistral de ánimo de la masiva hinchada rojiblanca
Una previsible goleada del Madrid al Granada no eclipsó ni su fútbol osado en la primera parte ni la impecable lección de ánimo que dio la afición rojiblanca, un hecho tal vez sin precedentes en el Santiago Bernabéu, en el que se escuchó cómo cada uno de estos fieles se dejaba el alma en la grada, silenciando cualquier ímpetu local. Cayó su equipo porque el Madrid es feroz. Tuvo entereza en el primer acto para rebelarse ante el tanto inicial, pero tras el descanso llegaron dos dianas consecutivas de los de Mourinho, que dejó el resultado finiquitado. Pero al menos nunca entregó la rendición, digno hasta el final, homenajeando a sus parroquianos, entregando su garganta.
El plan previsto se traducía al césped en el arranque, con un Granada con una rigidez intensiva atrás pero nervioso con el balón, ante un Madrid condenado a una iniciativa que no le agrada, pues su filo se sustenta en la escaramuza hábil más que en el asedio intenso. Los rojiblancos estaban nerviosos, como se evidenció en un mal despeje de Siqueira, que casi coge puerta ante el estupor de todos. Esos gestos de fragilidad se pagaron en una floja salida de Nyom, que aprovecharon los locales para enchufar el rotor. Conectó CR7 con Ozil, que de espuela halló detrás a Benzema. El francés, en estado de gracia, marcó ante Roberto.
Pero entonces ocurrió lo inesperado. El modesto se revolvió. El herido se levantó con orgullo. Un Granada estimulado por el marcador salió al frente, a dar guerra, y le salió bien. Un jugadón de Uche, tan vilipendiado en Los Cármenes, congeló al Madrid. Sorteó a Marcelo en la banda y coló un centro para Mikel Rico, que se internó en el área como un centrocampista teutón. Su remate ajustado de cabeza fue imposible de detectar para Casillas.
El empate aproximó al éxtasis a los 8.000 rojiblancos que se apostaban en la grada, entre el fondo y los lugares sueltos. Empezó un rondo magistral de los visitantes, con oportunidades para derrocar al portero de la Selección, pero que el 'Santo' supo desmontar. Estaba el Madrid aturdido, impávido ante lo contestatario del rival, que no cejaba en su empeño de arañarle, a pesar de lo rudo que podía ser el golpe. Quiso el infortunio que llegara a balón parado, en un saque de esquina, que materializó Ramos. No está fino el Granada en estas cuestiones. Ya le ocurrió en Copa ante la Real.
Pero aún así no se desmoronó el mecano de Fabri. Apretaron, mantuvieron cierta fluidez, pero el Madrid no se permitió ningún relajo más.
Tras el descanso, apareció la rutina del coloso. Llegaron dos tantos rápidos, frutos de la calida blanca y de la desconcentración visitante. Percutió Marcelo hasta encontrar a Higuaín en el área, que se giró y puso el 3-1. Poco después, en un robo en el centro del campo, un envío largo se transformó en el cuarto, obra de Benzema, que luego se lesionó.
La incertidumbre desapareció. El Madrid despachaba como suele, a arreones de sus estiletes, pero sin gobernar el encuentro. Sobrevivió digno el Granada, pero pusilánime ante la depresión. Cristiano Ronaldo cerró la manita, pero eso era ya lo de menos. La atención estaba en la grada. En el sector visitante. Una exhibición de cariño incorruptible, que habrá dejado anodada a toda España. Así se las gasta esta sufrida afición. Posiblemente, la que más ha penado y la que más merece ahora disfrutar del fútbol de élite en estadios así.
FICHA TÉCNICA:
Real Madrid: Casillas, Lass, Varane, Ramos, Marcelo, Xabi Alonso, Khedira, Özil (Kaká, m. 68), Cristiano, Higuaín (Altintop, m. 81) y Benzema (Callejón, m. 53).
Granada CF: Roberto; Nyom, Íñigo López, Diakhaté, Siqueira; Mikel Rico, Yebda (Fran Rico, m. 66), Ike Uche, Dani Benítez, Martins (Abel Gómez, m. 76); e Ighalo (Geijo, m. 65).
Goles: 1-0, m. 18: Benzema; 1-1, m. 21: Mikel Rico; 2-1, m. 33: Sergio Ramos; 3-1, m. 46: Higuaín; 4-1, 49: Benzema; 5-1, m. 88: Cristiano Ronaldo.
Árbitro: Muñiz Fernández (comité asturiano). Amonestó a Higuaín y Roberto.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 18 de la liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu, ante algo más de 80.000 espectadores. Unos 8.000 de ellos, seguidores rojiblancos.
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